I.
FACTORES Y
ESTILOS DE NEGOCIACIÓN
Negociación
La negociación
es un proceso dinámico de comunicación, verbal o no verbal, entre dos o más
partes con el objeto de satisfacer intereses, es el desarrollo de la
comunicación entre las partes en discrepancias que buscan llegar a un resultado
mutuamente aceptable sobre un asunto o asunto de preocupación mutua, por el que
las partes interesadas resuelven conflictos, acuerdan líneas de conductas,
buscan ventajas individuales o colectivas o procuran obtener resultados que
sirvan a sus intereses mutuos, por ello se contempla generalmente como una
forma de resolución alternativa de conflictos.
Según Soler
(2002, p.19), la negociación “es un proceso de intercambio de información y
concesiones, a fin de lograr un resultado o acuerdo satisfactorio”. En este
sentido, la negociación es un proceso en donde dos o más partes tratan de
obtener ventajas, a expensas de la otra parte, a pesar de que la victoria no
produzca un resultado satisfactorio para ambos. En este sentido existen muchas
razones para Negociar, pero se pudieran establecer dentro de las más
importantes, dentro de una empresa para resolver un conflicto, las siguientes:
·
Cuando existe interdependencia. Las partes deben
cooperar para lograr sus metas y satisfacer sus necesidades.
·
Cuando las partes pueden influirse mutuamente;
realizar o prevenir acciones para recompensar o dañar.
·
Cuando hay presión por plazos y tiempo limitado.
·
Cuando las alternativas a la negociación no
parecen viables o tan deseables como un arreglo entre las partes.
·
Cuando las partes son capaces de identificar a
los interesados.
·
Cuando las partes son capaces de identificar los
temas en disputa.
·
Cuando las partes perciben que sus intereses no
son totalmente incompatibles.
Por lo tanto, la
negociación se basa en la idea de que las partes implicadas defiendan sus
intereses, donde comparten un interés común por encontrar una solución
negociadora, en el que esta suele usarse cuando los objetivos o intereses de
las personas en conflicto son mutuamente excluyentes, por lo que no se puede
hallar soluciones en las que todos ganen todo, sino que hay que negociar; es
decir, que ambas partes logren llegar a algún tipo de acuerdo equilibrado y que
los involucrados consideren aceptable. (Amaya, 2009)
Sin embargo
existen ocasiones en las cuales no se debe pensar en una negociación, estas se
muestran a continuación
·
Cuando no debe negociar.- Hay ocasiones en las
que debe evitar una negociación. En estas situaciones, defienda su territorio y
saldrá adelante.
·
Cuando perdería terreno.- si está ante una
situación donde puede perder todo, elija otras opciones en vez de negociar.
·
Cuando sus existencias se hayan agotado.- Cuando
su capacidad se haya agotado, no negocie. En vez de eso, aumente sus precios.
·
Cuando las peticiones no sean éticas.- no
negocie si su contraparte pide algo que usted no puede proporcionar porque es
ilegal, poco ético o normalmente inadecuado. Cuando su carácter o su reputación
están en riesgo, a la larga, usted pierde.
·
Cuando no le interesa.- si no obtienen nada con
el resultado, no negocie. Tiene todo por perder y nada por ganar.
·
Cuando no tiene tiempo.- cuando siente presión
por el tiempo, puede optar por no negociar. Si la presión del tiempo funciona
en su contra, cometerá errores u puede pasar por alto algunas implicaciones de
sus concesiones. Cuando se siente presionado, se conforma con menos de lo que
aceptaría en otra situación.
·
Cuando actúan de mala fe.- detenga la
negociación cuando su contraparte muestre señales de actuar de mala fe. Si no
confía en su manera de negociar, puede confiar en su palabra. En este caso, una
negociación tiene escaso o ningún valor. Proteja sus recursos y su posición, o
desacredite a su contraparte.
·
Cuando esperar puede mejorar su posición.- es
posible que pronto cuente con nueva tecnología, tal vez mejore su situación
financiera. Se puede presentar otra oportunidad. Si hay una gran probabilidad
de ganar terreno con un retraso, espere.
Factores Internos de la negociación
Existen factores
internos para la negociación como lo son:
1.
Factores Internos de la negociación.
2.
Habilidad social.
Influencia,
comunicación, liderazgo, canalización del cambio, resolución de conflictos,
establecimiento de vínculos, colaboración y cooperación y habilidades de equipo
Dialogar (empatía)
Empatía: Comprensión
de los demás, desarrollo de los demás, orientación hacia el servicio,
aprovechamiento de la diversidad y comprensión social; (GOLEMAN)
La Empatía es
ése esfuerzo por identificarse con el sentir de otra o de otras personas.
En tanto que en un
proceso de negociación se demande que tenga la necesaria capacidad de Controlar
las emociones, se le pide simultáneamente que sea un “receptor” idóneo del
sentir de los demás.
La negociación
es un catalizador del sentir de las personas que trabajan en el desarrollo de
la Estrategia, y para cumplir apropiadamente con esta función vital debe ser
capaz de buscar a profundidad, aplicadamente, las causas y la naturaleza de lo
que sienten los demás. Le es imperativo llegar hasta el origen de estos
sentimientos, le es exigido que trate de comprenderlos hasta el punto exacto en
que se tornen verdaderamente incomprensibles y le es demandado que los tome en
cuenta de forma personal, como uno más de los justificativos que orientan su
acción.
Si en la
negociación no se puede “sintonizar” apropiadamente con el sentir de los demás,
entonces está incapacitado de aprovechar las energías que emergen, de hecho se
convierte en un receptor de ésos que los ingenieros llaman “tontos”, “muertos”.
Un receptor de ésos jamás puede “emitir” nada.
El camino aquí
es evidentemente de doble vía: si no hay Empatía no hay aprovechamiento de
energía. Y esto coloca en riesgo enorme la efectividad de la negociación.
Identificarse
con el sentir de los demás es, por otra parte, el punto fundamental de inicio
para cambiar las cosas, si esto fuera necesario; bajo ninguna circunstancia la
Empatía busca la preservación de los estados si ello no conduce a beneficio. La
enorme diferencia radica en que la identificación con el sentir de los demás le
permite a la negociación abordar el cambio de estado o la solución del problema
desde la raíz misma de los elementos que lo provocan, con el cuidado
indispensable de la sensibilidad ajena, que en buena parte ya es la suya propia
dado que se ha presentado la Empatía. Los cambios o soluciones desde un estado
de Empatía siempre parten de mejor puerto y llegan a mejor destino, porque son
cambios que están apropiadamente “sensibilizados”.
Intuición
La intuición es
algo que todos tenemos, hombres y mujeres, pero que no todos desarrollamos ni
usamos convenientemente
Muchos
negociadores creen que son capaces de distinguir entre las situaciones en las
que se puede confiar en la intuición y aquéllas en las que, por el contrario,
se exige un pensamiento más profundo pero con frecuencia están equivocadas. La
mayoría de nosotros confiamos en nuestra intuición más de lo que la realidad
aconseja.
La INTUICIÓN es
FUNDAMENTAL: nos proporciona información adicional que no se puede ubicar en
ninguna categoría lógica… pero es información valiosa al fin que nos ayuda a
tomar mejores decisiones.
Factores externos de la negociación
·
Factores externos de la negociación
·
Información
El
establecimiento de nuestros objetivos y los de la otra parte exige un volumen
considerable de información. Ahora bien, parte de esta información que es
conocida de antemano son hipótesis (pronósticos probables) que habrá que
contrastar y corregir durante las primeras etapas de la negociación.
Así, la falta de
información o la falta de certeza en la información que poseemos de la otra
parte es lo que crea la necesidad de negociar. Si una parte tuviera
conocimiento de todos los hechos, partiría de la posición límite del oponente y
rechazaría cualquier cambio. Pero rara vez tenemos una información plena, y
esto es lo que hace imprevisibles las negociaciones.
Por tanto,
cuanta más información se pueda recoger sobre la otra parte (situación actual,
estilo de negociar, personalidad, motivaciones), tanto mejor será el acuerdo al
que se llegue. Debemos buscar datos de nuestro adversario acerca de su
situación financiera, su reputación como negociador (duro, blando, etc.), si
tiene problemas internos, cómo toma las decisiones (rápido, despacio, impulsivamente),
porqué quiere comprar o vender, etc.
Por otra parte,
es importante analizar la información que estamos dispuestos a dar a la otra
parte y el momento y forma de hacerlo, ya que, la mejor de las informaciones
otorga a la persona que la posee el mayor poder en una negociación. Así,
brindar a la otra parte una información seleccionada será lo que defina sus
expectativas en la dirección correcta.
La experiencia
demuestra que los negociadores tienden más a ocultar información que a
comunicarla. (Carrión, 2007)
·
Cultura
·
El tiempo
El tiempo es un
elemento importante en todo proceso de negociación. Si podemos manejarlo,
lograremos controlar nuestra ansiedad y moldear nuestras alternativas. Caben
dos posibilidades al respecto:
a) Reducción del
tiempo disponible. Es conocida la anécdota del negociador occidental, alto
ejecutivo de la empresa aeroespacial Airbus, cuya instrucción era negociar a
como diera lugar la venta de tres jets Airbus a determinada suma en una semana
de estadía en Tokio. A su llegada fue recibido amablemente por importantes
gerentes de Japan Airlines, quienes se ofrecieron a llevarlo al hotel y a
encargarse de su pasaje aéreo de regreso. El equipo japonés, enterado de la
fecha de regreso, pudo manejar el factor tiempo según sus propios intereses. El
empresario occidental vio pasar día tras día, ocupado en organizadas visitas
turísticas a la fábrica, comidas en restaurantes típicos, tours por la ciudad y
reuniones con funcionarios técnicos de tercer nivel. Solo el œúltimo día, ya camino al aeropuerto,
con la premura de perder el avión, fue enfrentado a un contrato preparado en el
que se habían consignado las distintas condiciones de la operación. Ante la
alternativa de perder el avión de regreso a casa -y, además, de no firmar el
contrato- suscribió el “contrato tipo” preparado por los negociadores japoneses
tal como ellos lo presentaron. Si el ejecutivo de la empresa Airbus hubiera
reflexionado sobre la importancia del factor tiempo, habría podido negociar
mejor distribuyendo los días de la semana en forma adecuada. El tiempo nunca es
neutro. En algunos casos trabaja a nuestro favor, en otros trabaja en contra.
Analicemos con cuidado la oportunidad de nuestras acciones.
b) Tratar de
extender el tiempo disponible. Las postergaciones, suspensiones y otras
maniobras similares tienen como principal objetivo prorrogar el proceso hasta
agotarlo, o bien para esperar que situaciones externas influyan en el
desarrollo de la negociación. En otras palabras, la contraparte puede esperar
una elección, una campaña periodística o un nuevo arancel para posicionarse
mejor.
Demorar la
compra de artículos de temporada, como ropas de baño o shorts, hasta que otros
potenciales compradores se hayan surtido de la competencia empeora la opción de
un vendedor, dejándolo sin alternativa. En estos casos, el manejo del tiempo
favorece al comprador.
La demanda de último minuto. Esta táctica se presenta cuando las partes
han terminado una larga y agotadora negociación, están por
suscribir el contrato final y surge una demanda pequeña de poca importancia:
“Es algo pequeño pero no podemos dejar de mencionarlo”. En las negociaciones
con los países de Europa del Este esta táctica era usual.
Veamos un
ejemplo: luego de varias semanas de arduas negociaciones, un equipo italiano
representante de un consorcio de fabricantes de equipos agrícolas ha logrado el
mejor precio, facilidades de pago sobre repuestos y asistencia técnica,
condiciones y garantías, pero casi al final el jefe de la contraparte, el equipo
negociador húngaro, recibe una llamada “de último minuto” en
la que su gobierno exige que el 60% del contrato se pague vía ”comercio compensado”
Ante casos
semejantes, dos pueden ser las respuestas:
a) Dar todo el
proceso por finalizado y, por tanto, aceptar el fracaso del contrato o b)
aceptar esta nueva condición a un alto costo.
Demoras.
Esperar, demorar y utilizar el tiempo en provecho propio puede lograr
concesiones del contrario; pero mal dosificado, el tiempo puede originar
bloqueos. Debemos tomar en cuenta las características de cada pueblo al evaluar
esta táctica. Lo que para una cultura es demora y espera injustificada puede
ser habitual para otra. Así, si
estamos en Suiza y llegamos con cinco minutos de retraso a una reunión, nos toca disculparnos y echarle
la culpa al tren. En Estados Unidos se pierde una cita a los quince minutos de
retraso; en el Pero en Colombia estamos aún en hora con treinta minutos de retraso si se trata del sector
privado, mientras en el sector público
se nos puede hacer esperar una hora. Ni qué decir de actividades sociales, donde dos o tres horas de
retraso son perfectamente aceptables. (Flint, 2004)
Grado de dominio
Crozier y
Firedberg (2002, p.117) explican que: El poder es la posibilidad de ciertos
individuos o grupos para influir sobre otros individuos o grupos; el conjunto
de medios materiales e inmateriales que A moviliza en su relación con B para
obtener que los términos de intercambio sean favorables a su proyecto. Sin embargo, la definición de Weber resulta
más convincente en el sentido de que el poder es la capacidad de un individuo
de hacer que otra persona realice una determinada acción, que no habría
accedido de no mediar la influencia del primero.
Las fuentes de
poder son múltiples. Su origen se puede encontrar en:
a)
Fuentes institucionales, como la ley y la
jerarquía, las que distribuyen el poder entre las personas.
b)
La fuerza, la capacidad de coacción, la presión
y la coerción. Los grupos, dotados de poder por la ley o por la acción como los
sindicatos.
c)
El influjo personal, que puede ser multiforme,
se puede tratar de un influjo psicológico ("carisma"), de un influjo
funcional (competencia, experiencia), así como puede surgir de la capacidad de
inducción de un individuo o de un grupo, para demostrar y persuadir.
d)
El poder remunerativo, es decir, las personas
realizan determinadas actividades por dinero, por ejemplo, un trabajador que
construye un mueble para su cliente, porque éste le pagará un determinado
precio.
e)
Características del poder:
·
El principal determinante del poder es la personalidad
de los individuos.
·
Pese a ello, el poder es contingente. Se puede
tener en un momento y después desaparecer.
·
Es relativo, no absoluto. Se relaciona con una
contraparte.
·
El poder es limitado. Puede neutralizarse. Pero
es un proceso lento y a veces costoso. En una negociación a veces es
conveniente prolongarla, hasta que la contraparte haya perdido poder y bajado
su perfil.
·
El poder es un problema de percepción. La parte
debe ser percibida como poderosa.
·
En el generar y contrarrestar poder hay una
inversión de energía, hay que enfrentar stress, tensiones.
·
El poder es dinámico por naturaleza y evoluciona
frecuentemente con rapidez y brusquedad.
Entorno
Para llegar a un
acuerdo, que nos beneficie, deberemos ser capaces de persuadir a nuestro
oponente y hacerle ver que el acuerdo que pretendemos alcanzar es también
beneficioso para él.
Una técnica para
lograr lo anterior es la empatía, tratar de ponerse en el “status” del
oponente. Contribuirá a la persuasión el ambiente físico en el que se
desarrolla la negociación, factores como el lugar en el que se negocia, la
disposición de mobiliario, la temperatura ambiente.
Por lo que
respecta a la posición del mobiliario, puede contribuir a dar una sensación de
respeto e igualdad de todas las partes. Esto se consigue cuando todos los
interlocutores tienen los mismos asientos. Si por el contrario, alguno de los
interlocutores utiliza un sillón (o se encuentra en una posición más elevada
que el resto), contribuirá a dar una sensación de superioridad.
Estilos de negociación
Existen diversos
tipos estilos de negociación, estos se muestran a continuación
Negociación colaborativa
Es aquella en la
que se contrapone la negociación basada en posiciones a otra basada en
intereses, Soler señala que esta negociación se divide en distintas etapas:
1. Se procura
pasar de las posiciones de las partes a los intereses reales de las mismas, una
vez que emergen los intereses, se procura generar opciones. Entre los métodos
para lograrlo se destaca el torbellino de ideas y el objetivo es generar
posibilidades de solución sobre la base de los intereses y no de las posiciones.
2. Encontrar
standards o criterios objetivos a fin de delimitar el campo de negociación;
buscar la mejor alternativa al acuerdo negociado, la cual importa un límite
subjetivo que obliga a cada participante a reflexionar sobre qué va a hacer en
el supuesto de levantarse de la mesa de negociación.
3. Ampliado el
campo de la negociación y establecidos lo límites objetivos y subjetivos, se
trata de generar propuestas para lograr un acuerdo; si no hay acuerdo cada
parte recurrirá a su mejor alternativa. Si el acuerdo se logra lo que cada
parte obtiene, debe estar por encima de esa alternativa para que la negociación
sea ventajosa. Este tipo de negociación, también se le llama cooperativa, en
ella se tratan de identificar los intereses reales de las partes, conciliando
los comunes, si todo conflicto involucra por lo menos a dos partes la solución
no puede surgir "a expensas de...". Ambos participantes buscan una
solución lo más satisfactoriamente posible para cada uno de ellos, en primer
lugar, explorando juntos las preocupaciones y aspiraciones de cada uno para que
el conflicto se resuelva por la simple mejora de la comunicación o de lo
contrario, identificando y creando modos para que sus intereses puedan
satisfacerse con el menor costo posible para la otra, o eventualmente sin
ningún costo, para ello, es indispensable tener en cuenta la diferencia
existente entre posición e interés.
Negociación competitiva
Es aquella en la
cual el negociador trata de ganar a cualquier precio; en general, el papel que
desempeña el abogado que trata de obtener el máximo de satisfacción para su
cliente, en este esquema, si una parte gana, la otra necesariamente pierde. El
principio que la orienta, es el de obtener la máxima ganancia o satisfacción
posible para una de las partes, sin importar cuál sea el sacrificio o costo que
ello pueda significar para la otra que interviene en la negociación, es una
estrategia basada en la defensa de la propia posición, donde las demandas
iníciales del negociador exceden ampliamente, incluso su mejor expectativa real
para resolver la disputa.
Es un proceso
más simple que el correspondiente a una negociación colaboradora y por eso se
recurre a él cuando ésta no es posible por falta de tiempo o de voluntad de una
o ambas partes, en general, este tipo de negociación tiende a provocar una
escalada del conflicto antes que su resolución y en muchos casos se convierte
en un proceso que conduce a irritaciones cuyas consecuencias pueden ser mucho
peor que los beneficios obtenidos por una pequeña transacción.
A esta
negociación también se le ha llamado negociación de fuerza, dado que se basa en
el poder, entendido éste como un fenómeno que se presenta en la mente de los
sujetos que participan de una negociación.
Crozier y
Firedberg (2002, p.117) explican que: El poder es la posibilidad de ciertos
individuos o grupos para influir sobre otros individuos o grupos; el conjunto
de medios materiales e inmateriales que A moviliza en su relación con B para
obtener que los términos de intercambio sean favorables a su proyecto.
Por su parte,
Weber (1999, p. 86), plantea que “es la capacidad de un individuo de hacer que
otra persona realice una determinada acción, a la que no habría accedido de no
mediar la influencia del primero”. Las fuentes del poder son múltiples. Según
su origen, pueden ser:
·
Institucionales: la Ley y la jerarquía, que
distribuyen el poder entre las personas.
·
La fuerza, la capacidad de coacción, la presión
y la coerción; los grupos dotados de poder por la ley o por la acción, como los
sindicatos.
·
El influjo personal, que puede ser multiforme,
se puede tratar de un influjo psicológico ("carisma"), de un influjo
funcional (competencia, experiencia), así como puede surgir de la capacidad de
inducción de un individuo o de un grupo, para demostrar y persuadir.
·
El poder remunerativo, es decir, las personas
realizan determinadas actividades por dinero. (Amaya, 2009)
Negociación distributiva o Colaborativa
La negociación
distributiva es aquella en la cual el beneficio de una parte se traduce
inmediatamente en pérdida para la otra parte. Lo que gana una lo pierde la
otra. De allí su tipo de suma cero y su denominación: ganar-perder.
En la
negociación distributiva se maximiza el beneficio individual.
La habilidad
negociadora reposa principalmente en una gran dosis de voluntad, tenacidad,
cierto tipo de engaño y tácticas afines.
El rango de
negociación se establece entre los valores de reserva de ambas partes. El valor
de reserva equivale al Best Alternative to a Negotiated Agreement (conocido más
por sus siglas, BATNA), y es dinámico. Por ello, el valor de reserva de la
contraparte debe evaluarse antes del proceso, y luego revaluarse constantemente
durante el proceso. Mejoramos nuestro poder de negociación al mejorar nuestras
alternativas (BATNA); en ningún caso, debemos llegar a un acuerdo inferior al
BATNA.
Si existe poca
incertidumbre sobre el rango de negociación, es ventajoso efectuar la primera
oferta. Si existe alta incertidumbre sobre el rango de negociación, conviene
que la primera oferta la haga la contraparte, o hacerla nosotros pero con una
oferta extrema y flexible.
Hay que tratar
de variar la percepción que tiene la contraparte sobre el rango de negociación
mediante acciones como: ofertas extremas, el llamado anclaje, un patrón de
concesión o apelando a la persuasión mediante argumentos. Deben anticiparse los
argumentos y juego de roles de la contraparte mediante simulaciones y tener
contraargumentos listos.
Se puede hacer
uso de declaraciones públicas (commitments), pero debe tenerse en cuenta que
para que Žéstas sean efectivas
deben ser: verosímiles,
visibles e irreversibles. Como táctica,
los commitments persiguen modificar el rango de la zona de posible acuerdo de
la contraparte y reducir sus expectativas.
Negociación razonada
Es la que se
asienta en la buena fe, abriendo la comunicación y la voluntad de arribar a un
acuerdo aceptable para ambas partes, teniendo en cuenta los valores y los
objetivos de cada una.
Negociación tradicional
Básicamente, es
un proceso de regateo en el cual el énfasis se pone exclusivamente en el
reparto de aquello que se negocia, es presupuesto de este modo de negociación,
que lo que uno gana lo pierde el otro. En fin, existe una gama de negociaciones
que exponen un abanico de acciones para aplicar en determinados conflictos
existentes en las empresas, por tanto, el éxito de una negociación es muy
difícil de precisar porque depende de las estrategias que aplique cada parte y del
cumplimiento efectivo, coherente y orgánico de las etapas de negociación
relacionadas con la preparación, ejecución y cierre. Sin embargo, el tipo de
negociación que utilice la Empresa va a depender en gran parte del tipo
conflicto generado en ella y de los intereses que lo propiciaron. Pero no solo
deben recurrir en un proceso de negociación al tipo de sino también deben estar
muy atentos a las tácticas de negociación.
Comunicación
El modelo de
estilos de comunicación de Morganthau, está basado en comportamientos externos
que son observables durante el proceso de comunicación y no en personalidades.
Existen dos
aspectos en el comportamiento de la comunicación, que determinan cómo
interactuamos por otras personas, así en cómo nos perciben.
El primer
aspecto es el grado de asertividad y el segundo el grado de sensibilidad que
mostramos.
Definiendo: 1)
Asertividad como la cantidad de control que se soporta en un intercambio
personal y 2) Sensibilidad como el grado de importancia que uno pone para
mantener la relación, es lo opuesto para cumplir el objetivo.
La manera más
fácil y sencilla para identificar la asertividad es, juzgando que tan directa
la persona es. Los comunicadores asertivos hablan sin rodeos, van al grano.
Hablan en términos bien definidos y pierden poco tiempo en compartir su punto
de vista. En un extremo, los comunicadores asertivos pueden resultar bruscos y
abruptos. Los comunicadores directivos y persuasivos son, ambos, comunicadores
asertivos.
Los comunicadores
no-asertivos son indirectos, le dan vueltas al asunto. Platican generalmente de
una manera lenta, cuidando de escoger las palabras correctas y usualmente,
toman mayor tiempo en llegar a donde quieren. Los comunicadores analíticos y
relacionadores son comunicadores no-asertivos.
En cuanto al
grado de Sensibilidad, los comunicadores sensibles están orientados a la gente,
y los comunicadores insensibles a la tarea.
Los
comunicadores sensibles permiten entrar a sus condiciones emocionales y
responden abiertamente a las preguntas que se les realizan. Cuando platicamos
con estas personas, es fácil detectar su estado de ánimo. Los Relacionadores y
los Persuasivos son comunicadores sensibles.
Los
comunicadores insensibles, como su nombre lo indica, son fríos y calculadores
al comunicarse. La relación no es lo importante, sino el asunto a tratar. Los
Analíticos y Directivos son comunicadores insensibles.
En resumen, las
distinciones más obvias de los cuatro estilos de comunicación son:
·
Relacionador (asertivo) : Considerado, Amigable,
Agradable
·
Persuasivo: Extrovertido, Convincente,
Entusiasta
·
Analítico: Serio, Metodológico, Preciso
·
Directivo: Eficiente, Independiente, Autoritario
Todo esto nos
sirve en el proceso de negociación, al entender en que estilo se comunica
preferentemente nuestra contraparte podremos más fácilmente llegar a entender
el interés detrás de su posición con la finalidad de llegar a una solución
ganar-ganar.
Elementos que influyen en el éxito de la negociación
Existen
distintos elementos que influyen en la negociación, en este tema analizaremos
las características personales de un buen negociador y los elementos de
comunicación que debe de existir en la negociación.
·
Personales.
·
Comunicación.
Personales
·
Personales:
·
Características de la personalidad
En muchos
ámbitos de la vida las personas pueden demostrar su inteligencia pero casi
nunca en un nivel tan alto como en una negociación ¿Estamos de acuerdo? Por más
que existan distintos tipos de inteligencia, una negociación a favor siempre es
un resultado especial, nada comparable con otras labores. En ella se deben
poner en funcionamiento muchas capacidades del ser humano.
A continuación se
mencionan algunas capacidades personales con las cuales debe contar un buen
negociador:
Carisma.-
Implicación (también conocida como carisma). Aptitud para obtener el compromiso
de los colegas y subordinados, inspirando su confianza, dando sentido a su
trabajo y motivándoles para conseguir los objetivos. Aunque muchas ideas de
negocio surgen de individuos en solitario, su éxito radica en la capacidad del
emprendedor de crear e implicar a un equipo en el proyecto.
Audacia.- Del
latín audacia, la audacia es el atrevimiento o la osadía. El término puede
referirse a realizar algo arriesgado, atrevido, temerario o imprudente. Por
ejemplo: “No tuve la audacia de decirle lo que se merece”, “Si Ramiro está a
salvo, es gracias a la audacia de los rescatistas”, “El joven delantero tuvo
audacia y pidió la pelota en todo momento”.
La audacia puede
considerarse de manera positiva o negativa. En su aspecto positivo, la audacia
es una virtud que lleva a una persona al convencimiento de que, pese a las
posibilidades y riesgos, puede alcanzar una determinada meta para alcanzar la
audiencia la persona debe tener características esenciales como las siguientes:
·
Dinámica: ser hábiles para expresarse, saber
cuándo callar, saber cuándo hablar.
·
Capacidad de persuasión: es la capacidad de
convencimiento.
·
Mucha memoria, en caso se necesite exponer
ejemplos o en el caso la negociación sea por dinero por si necesitas recordar
cifras.
·
Atrevimiento, sin mostrarse irrespetuoso con el
demás
·
Velocidad para responder y pensar.
·
Pensar con lógica.
·
Demostrar que sabemos así no sepamos mucho.
Comunicación.
Capacidad de escuchar y transmitir ideas de forma efectiva, empleando los
canales adecuados y ofreciendo información concreta que refrende sus
observaciones y conclusiones. La mayoría de emprendedores son buenos
comunicadores, en el sentido de que son capaces de transmitir su idea de
negocios a otros, pero la capacidad de comunicación debe contemplar también el
sentido opuesto.
Delegación.
Capacidad de asegurar que cada miembro del equipo tiene la información y los
recursos necesarios para tomar decisiones y cumplir así sus objetivos. El
perfeccionismo y el excesivo celo llevan a muchos emprendedores a impedir que
sus colegas y subordinados colaboren realmente en sus proyectos. Y es que
delegar implica desprenderse de la ejecución de pequeñas partes, pero no de la
responsabilidad última.
Respeto. Las
relaciones de colaboración duradera se caracterizan por un gran respeto por la
diversidad del otro. Dicho respeto no es una simple tolerancia o aceptación de
lo diferente. Mucho menos, consiste en la utilización mutua de los recursos
ajenos. Se trata de un
Manejo de la
inteligencia emocional
Según Goleman
las relaciona con la parte emotiva y refiere las siguientes habilidades:
a)
Habilidad 1. Conciencia de uno mismo: Conciencia
emocional, valoración adecuada de uno mismo y confianza en uno mismo;
b)
Habilidad 2.Autorregulación: Autocontrol, fiabilidad,
responsabilidad, adaptación e innovación;
c)
Habilidad 3. Motivación: Motivación de logro,
compromiso e iniciativa y optimismo;
d)
Habilidad 4. Empatía: Comprensión de los demás,
desarrollo de los demás, orientación hacia el servicio, aprovechamiento de la
diversidad y comprensión social; y
e)
Habilidad 5. Habilidades sociales: Influencia,
comunicación, liderazgo, canalización del cambio, resolución de conflictos,
establecimiento de vínculos, colaboración y cooperación y habilidades de equipo.
Comunicación
La comunicación
es un medio del cual dos o más personas pueden intercambiar frases a través de
un proceso en el cual se ven relacionados el emisor que es la persona que envía
el mensaje, el receptor que es la persona que lo recibe y que a su vez se
vuelve emisor, el cual lo mandan a través de un canal por medio de códigos.
En el ámbito
industrial la comunicación que se transmite de cuatro manera que veremos a
continuación.
Estilos de comunicación
El modelo de
estilos de comunicación de Morganthau, está basado en comportamientos externos
que son observables durante el proceso de comunicación y no en personalidades.
Existen dos
aspectos en el comportamiento de la comunicación, que determinan cómo interactuamos
por otras personas, así en cómo nos perciben.
El primer
aspecto es el grado de asertividad y el segundo el grado de sensibilidad que
mostramos.
Definiendo: 1)
Asertividad como la cantidad de control que se soporta en un intercambio
personal y 2) Sensibilidad como el grado de importancia que uno pone para
mantener la relación, es lo opuesto para cumplir el objetivo.
La manera más
fácil y sencilla para identificar la asertividad es, juzgando que tan directa
la persona es. Los comunicadores asertivos hablan sin rodeos, van al grano.
Hablan en términos bien definidos y pierden poco tiempo en compartir su punto
de vista. En un extremo, los comunicadores asertivos pueden resultar bruscos y
abruptos. Los comunicadores directivos y persuasivos son, ambos, comunicadores
asertivos.
Los
comunicadores no-asertivos son indirectos, le dan vueltas al asunto. Platican
generalmente de una manera lenta, cuidando de escoger las palabras correctas y
usualmente, toman mayor tiempo en llegar a donde quieren. Los comunicadores
analíticos y relacionadores son comunicadores no-asertivos.
En cuanto al
grado de Sensibilidad, los comunicadores sensibles están orientados a la gente,
y los comunicadores insensibles a la tarea.
Los
comunicadores sensibles permiten entrar a sus condiciones emocionales y
responden abiertamente a las preguntas que se les realizan. Cuando platicamos
con estas personas, es fácil detectar su estado de ánimo. Los Relacionadores y
los Persuasivos son comunicadores sensibles.
Los
comunicadores insensibles, como su nombre lo indica, son fríos y calculadores
al comunicarse. La relación no es lo importante, sino el asunto a tratar. Los
Analíticos y Directivos son comunicadores insensibles.
En resumen, las
distinciones más obvias de los cuatro estilos de comunicación son:
·
Relacionador (asertivo) : Considerado, Amigable,
Agradable
·
Persuasivo: Extrovertido, Convincente,
Entusiasta
·
Analítico: Serio, Metodológico, Preciso
·
Directivo: Eficiente, Independiente, Autoritario
Todo esto nos
sirve en el proceso de negociación, al entender en que estilo se comunica
preferentemente nuestra contraparte podremos más fácilmente llegar a entender
el interés detrás de su posición con la finalidad de llegar a una solución
ganar-ganar.
Proceso de la Negociación
Etapas del proceso de negociación
Negociar es un
proceso muy parecido a vender, aunque con algunas diferencias. Ya hemos dicho
que vender es persuadir, convencer al posible cliente para que piense y actúe
como el vendedor quiere que éste actúe y, siempre, en beneficio de ambas
partes.
En la
negociación, también una parte intenta persuadir a la otra. Se ha dicho que
negociar es un proceso de resolución de un conflicto entre dos o más partes,
pues hay siempre, bajo la negociación, un conflicto de intereses. Puede ser un
intercambio social que implique una relación de fuerza, una lucha sutil por el
dominio. Esa fuerza se va desplazando de un lado a otro durante las diversas
etapas, no es conveniente en una negociación que una de las partes se beneficie
de una relación de fuerza desequilibrada que imponga sus condiciones a la otra
parte. Es mejor que exista un cierto equilibrio de fuerzas y que se intercambien
las presiones, finalmente las partes llegarán a un acuerdo cuando las fuerzas
estén igualadas.
Esto es así
porque, si frecuentemente una parte gana a costa de que la otra pierda, se
acaba produciendo la rotura de las relaciones comerciales. En la negociación,
al igual que en la venta, deben beneficiarse ambas partes.
Generalmente, en
la negociación no resulta afectada la relación total entre los participantes,
se difiere en una parte, no en el todo. Las fases de la negociación son muy
parecidas a las de la venta; del conocimiento y dominio de estas fases va a
depender en gran medida el éxito o fracaso en la negociación.
La preparación
En la fase de
preparación hay que definir lo que se pretende conseguir y cómo conseguirlo,
estableciendo los objetivos propios, qué tipos de descuentos pueden ofrecerse
en caso de necesidad y hasta dónde es posible ceder; es muy importante tratar
de descubrir los objetivos del contrario.
La discusión
Como se ha
dicho, las personas negocian porque tienen o creen tener un conflicto de
derechos o intereses. En esta fase que normalmente se llama de conversación,
intercambio o presentación, tratando de quitar agresividad al vocablo
discusión, se exploran los temas que separan a las partes para conocer sus
actitudes e intereses. Es muy parecida a la etapa de determinación de necesidades
que se practica en la venta.
Las señales
Como se ha
dicho, en la negociación las posiciones van moviéndose, unas veces acercándose
y otras, por el contrario, distanciándose. La señal es un medio que utilizan
los negociadores para indicar su disposición a negociar sobre algo, es un
mensaje que ha de ser interpretado por el que lo recibe; frecuentemente las
afirmaciones que se hacen en las primeras fases de la negociación son de
naturaleza absoluta, del tipo de: «no concederemos nunca el descuento que nos
pide», «es absolutamente imposible aceptar esa forma de pago», «no podemos
considerar esa propuesta».
Las propuestas
Las propuestas
son aquello sobre lo que se negocia, no se negocian las discusiones, aunque las
propuestas puedan ser objeto de discusión. Se sale de la discusión por una
señal que conduce a una propuesta, es decir, a una oferta o petición diferente
de la posición inicial; deben evitarse en las primeras propuestas las ofertas
arriesgadas, debiendo ser éstas cautelosas y exploratorias pues, en todo caso,
se desarrollarán más adelante y es probable que sean aceptadas.
El intercambio
Esta fase es la
más intensa de todo el proceso de negociación y exige una gran atención por
ambas partes, ya que en ella se trata de obtener algo a cambio de renunciar a
otra cosa. Cualquier propuesta o concesión debe ser condicional, es decir, por
todo lo que se concede debe obtenerse algo a cambio.
El cierre y el acuerdo
Como es lógico,
la finalidad del cierre es llegar a un acuerdo. Al igual que cuando hablábamos
del cierre en la venta, también en la negociación debe hacerse en forma segura
y con firmeza, y para que sea aceptado debe satisfacer un número suficiente de
las necesidades de la otra parte. En cualquier caso y al igual que en la venta,
existen dos tipos de cierre:
·
Cierre por concesión. Es la forma más frecuente
en las negociaciones; equivale a terminar la fase de intercambio ofreciendo una
concesión para conseguir un acuerdo.
·
Cierre con resumen. Después del cierre con
concesión, es el tipo de cierre de negociación más utilizado. Al terminar la
fase de intercambio se hace un resumen de todos los acuerdos alcanzados hasta
el momento, destacando las concesiones que hemos hecho por nuestra parte y
subrayando lo ventajoso de llegar a un acuerdo sobre los puntos pendientes.
En la
negociación adquieren una gran importancia los movimientos estratégicos, la
forma en que hagamos éstos y respondamos a los de nuestro opositor determinará
nuestro éxito o fracaso. Tengamos en cuenta que el objetivo en una negociación
no es únicamente llegar a un acuerdo satisfactorio, sino conseguir el mejor de
los acuerdos posibles.
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